Conocé la escalera que te llevará a observar una de las mejores puestas de Sol de Uruguay.

Cuando te dirigís en auto u ómnibus por la Ruta Interbalnearia, y vas ascendiendo a la altura de Punta Ballena, recordás que algo increíble que ya observaste alguna vez en tu vida lo vas a volver a contemplar. En la zona donde está el parador con una bandera uruguaya, se asoma una de las vistas más increíbles que tiene el país.

Muchos detienen el auto en ese lugar y se sacan fotos para aprovechar una escenografía maravillosa, y de las más populares de Maldonado.

Es cierto: esa es una buena referencia para ver el atardecer, pero hay otra experiencia que te puede servir para disfrutar de una experiencia distinta de este destino turístico uruguayo.

Casi un kilómetro antes, hay una bajada a la playa, digna de deleite. Viniendo desde Montevideo por la Ruta Interbalnearia, debés doblar a la derecha hacia la calle Gaviotín. Hacia el final de este camino, además de encontrar casas paradisíacas, observarás un camino que desemboca hacia la playa.

Este sitio. repleto de motos de agua en verano para alquilar, se transforma en otro de los tantos escenarios majestuosos para disfrutar del atardecer. 

Las rocas milenarias que conforman la bahía cuentan con decenas de casas con diseños únicos cuyos fondos fueron confeccionados para disfrutar del atardecer. En un sector, mezclado de vegetación, hay un par escaleras de más de 100 escalones. Seguramente fueron hechas por algún dueño de estas propiedades para descender rápidamente a la playa.

Hoy, esta escalera es ascendida por muchos turistas que se percatan de su existencia para observar la puesta del Sol. Con un mate mediante (o tu merienda favorita), y la brisa leve que generalmente acompaña esta instancia del día, hay muros que te están esperando para pasar algunos minutos de la tarde.

Los jardines traseros de las casas están cuidados hasta en el sector público, y parecen invitar a los turistas a disfrutar el atardecer cuya visibilidad del horizonte te deja boquiabierto. Además, se puede contemplar el Cerro Pan de Azúcar que se dibuja hacia la derecha.

¿Cómo irse de este lugar? Por un caminito de una de las casas de millonarios que allí existen. Algunas inmobiliarias consultadas para esta nota hablan de costos superiores a 1,5 millones de dólares.